Voy a compartir mi visión respecto a este tema, pero antes debo aclarar que no tengo nada en contra de los hombres, de hecho mis tres hijos son varones. Es necesario reconocer que hay cosas que para ellos tienen menos importancia que para nosotras las mujeres, pero esto no quiere decir que seamos mejores o perores que ellos, sino que simplemente somos diferentes. También es importante aclarar que no todos los hombres o mujeres son iguales, pero hay algunos aspectos que son más comunes de cada género de lo que piensas.
Veamos las diferencias entre la sala de la casa de un hombre y el de una mujer, creo que es un buen sitio para observar claramente los diferentes estilos ya que cuando entramos a una vivienda, sea esta del tamaño que sea, lo primero que está a la vista es la sala.
La casa de un hombre
La mayoría de los hombres dejan todo en la casa tal cual lo han encontrado al entrar a vivir, sin cortinas en el caso que no las tuviera, sin objetos decorativos, sin plantas…
En la mayoría de las salas masculinas, los elementos decorativos se reducen a elementos básicos pero muy importantes para el hombre, por ejemplo la televisión de plasma, un sofá o sillón cómodo, una mesa de centro para apoyar bebidas, una lámpara auxiliar.
Cuando entras en la casa de un hombre, si este fuma, lo más probable es que huela a tabaco o a humo. Puede ser que no huela a nada, o quizá tenga las ventanas siempre cerradas y la casa huela a encierro.
En la casa de algunos hombres es muy probable encontrar algunas cajas de pizza que todavía esperan a ser arrojadas a la basura.
Otro detalle es que algunos hombres dejan las bombillas de luz sin ningún tipo de plafón o lámpara.
La casa de una mujer
La sala de la casa de una mujer puede sufrir varios cambios, esto es porque las mujeres reubicamos los muebles hasta encontrar el lugar en el lucen mejor. Las mujeres solemos añadir a la sala un lámpara de pie, un espejo, una gran planta en algún rincón, un perchero, entre otras cosas.
Las mujeres no podemos dejar las ventanas sin cortinas, y ni se nos ocurriría taparlas con toallas o cosas similares; si lo hacemos es provisional y porque no nos queda más remedio.
En la sala de casi toda mujer hay por lo menos un sillón grande con cojines que combinan con las cortinas. Por otra parte, los detalles como adornos son imprescindibles para que la estancia tome color, forma, transmita calidez y sea acogedora. Todo tiene un orden y está situado en el lugar adecuado.
Otro de los detalles que las mujeres tenemos en cuenta y que en cambio un hombre le restaría importancia, es el colocar un felpudo o alfombra en la entrada de la casa.
Las casas de las mujeres huelen a una rica fragancia, a incienso o bien a comida.
¡Cuéntanos las diferencias que tú encuentras entre un hogar femenino y uno masculino!
Enviado por Verónica Alvares
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